Cómo hacer un agua micelar casera de manera sencilla

Cómo hacer un agua micelar casera de manera sencilla

¿Te has quedado sin limpiador? Tranquila, hoy te muestro cómo hacer un agua micelar casera de manera sencilla.

Limpiar la piel de manera correcta es vital para conseguir que se mantenga en buen estado. Por eso, usar un agua micelar se antoja como la mejor manera de conseguir que tu tez siga luciendo sana y bonita.

¿El problema? Que no siempre encontramos una que se adapte a la perfección a nosotras, así que una buena alternativa es fabricar tu propio producto de forma casera.

Es cierto que el mercado se ha visto desbordado por multitud de variantes, después de que este cosmético se convirtiera en un absoluto imprescindible gracias a sus diversas propiedades y beneficios.

Entre ellos se encuentran una eficacia demostrada y una absoluta suavidad a la hora de actuar sobre la piel, pues la limpia a fondo sin llegar a dañarla.

A pesar de toda esta amplia oferta, una opción es interesante es que te pongas manos a la obra para hacer una versión completamente adaptada a tu medida.

Para que puedas conseguirlo, en este artículo vamos a repasar la mejor manera de hacerlo.

Por tanto, presta atención y toma nota, que en esta guía encontrarás todo lo que necesitas saber para ser una experta.

Guía sencilla: todo lo que debes saber del agua micelar

Antes de aprender a fabricar nuestro propio producto, es importante que sepamos cuáles son los factores definitorios del agua micelar, de qué está formada realmente y por qué motivos actúa con eficacia.

Solo así seremos capaces de conseguir crear una que reproduzca sus principales aciertos sin caer en posibles desventajas. Así que... ¡vamos a ello!

¿Cuál es su formulación y cómo actúa?

Como su propio nombre nos indica, su característica más llamativa es precisamente su aspecto acuoso, transparente y suave, tan similar al del H2O que sale de nuestros grifos.

Esto se debe a que en su composición encontramos un porcentaje muy alto de agua, que es lo que le otorga la suavidad y efectividad en su método de actuación.

Y, más concretamente, estas propiedades se debe a la presencia de las micelas.

Estas partículas son las principales “culpables” de la eficacia del producto, pues son una agrupación molecular que consisten en unas formaciones de tensioactivos -un elemento capaz de disminuir la tensión superficial de dos líquidos que sean insolubles uno en el otro- capaces de actuar sobre la suciedad acumulada en la dermis.

¿Cómo lo consigue? Gracias a que estas estructuras circulares polarizadas, la parte externa de las micelas atrae la suciedad y la grasa que tengamos en el rostro, como si fuera un imán.

De manera que sea más fácil de eliminar y expulsar de la superficie de la piel, dejándolo perfectamente limpio como resultado, ¡y sin haber actuado de manera agresiva en ella!

¿Es un producto apto para todo tipo de pieles?

En este caso no debes preocuparte, pues los tensioactivos que contiene el agua micelar no son nocivos (a diferencia de lo que sucede con el auril sulfato de sodio, entre otros), ya que no irritan ni dañan las capas de tu epidermis.

Así que puedes utilizarlo incluso aunque sufras problemas de alergia o tengas una piel realmente sensible.

De todas formas, para evitar posibles problemas, el producto casero que vamos a fabricar tendrá tensioactivos no iónicos, que son limpiadores de gran suavidad.

Otro detalle muy interesante es que debido a su método de actuación, es perfecto no solo para quienes tengan la piel seca (pues proporciona hidratación), sino para aquellos que sufren de acné, pues no fomenta la aparición de sebo.

Al contrario, actúa con eficacia sobre él, eliminando ese exceso que da lugar a los puntos negros y las espinillas de diversa índole.

Encima, no es habitual que estos productos incluyan alcohol, fragancia o parabenos, por lo que comprar uno ya fabricado tampoco suele ser una mala opción en caso de que lo prefieras, pues no te vas a topar por norma con agua micelar que pueda dañarte el rostro.

Aunque, por supuesto, nosotras en esta guía no vamos a añadir ninguno de estos compuestos dañinos.

¿Cómo debes utilizarla?

Por si todo lo visto hasta ahora fuera poco, resulta que el agua micelar encima es súper sencilla de utilizar, de manera que en unos pocos pasos podrás conseguir unos resultados estupendos sin que esto te quite demasiado tiempo en tu día a día.

Para empezar, tendrás que recoger bien tu pelo, incluido el flequillo, para que no estorbe. Cuando lo hayas hecho, extrae una pequeña cantidad de producto y échala en un disco desmaquillante de algodón.

A continuación, extiéndelo por tu cara, realizando pequeños masajes circulares sin realizar demasiada presión.

En este punto es importante que tengas en mente que no debes arrastrar el algodón, pues de esta manera solo moverás la suciedad de un sitio a otro.

Tienes que dar más bien unos ligeros toquecitos, comenzamos por la frente, pasando por los párpados, después por la barbilla y, por último, llegando hasta el cuello.

Ahora solo debes dejar unos segundos que acabe de absorberse y listo, pues no necesita aclarado.

Y ya estaría. ¿Fácil, verdad? Ahora solo tienes que repetir este proceso mínimo todas las noches, antes de irte a dormir, para dejar el cutis bien limpio antes de acostarte.

Aunque tampoco está de más que la uses también por las mañanas, para eliminar los restos que se hayan podido acumular durante las horas de descanso, algo especialmente importante ahora en verano, cuando sudamos mucho más.

Si eres constante y no te olvidas de incorporar el agua micelar a tu rutina, en cuestión de semanas notarás claramente cómo tu piel mejora, suavizándose la dermis, viéndose más nutrida y menos grasa y, en general, presentando un aspecto más sano y hermoso.

Cómo crear tu propia agua micelar sin moverte de casa

Ahora sí, vamos a ponernos manos a la obra, pues en este apartado veremos paso a paso y de manera sencilla cómo puedes conseguir tu propio producto de limpieza eficaz sin tener que desplazarte de tu domicilio.

Ponte un delantal por si acaso, recógete el pelo para que no estorbe y manos a la obra, ¡que comenzamos!

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Los mejores ingredientes que recomiendo utilizar

Como hemos dicho, se trata de un producto que no necesita aclarado, así que debemos apostar por ingredientes que se absorban bien al entrar en contacto con la piel.

La clave es dar con algunos extractos y/o hidrosoles que te gusten. Así que, en este caso, yo voy a hacer la receta con mis favoritos, pero que sepas que puedes cambiarlos sin problema.

Entre mis preferencias principales, se encuentran las siguientes:

  • Decyl Glucoside. El tensioactivo que nos ayudará a conseguir grandes resultados de limpieza. Al ser espumoso, es cómodo de aplicar, mientras que su formulación suave actuará con eficacia pero sin dañar.
  • Aloe vera líquido. Seguro que ya te conoces las múltiples propiedades de esta planta, que cicatriza, calma, hidrata y cura la piel. Recomendable en el caso de aquellas personas con dermis sensibles, heridas marcadas, quemaduras o problemas de alergias.
  • Glicerina. Este poderoso humectante nos ayudará a mantener el rostro perfectamente hidratado. Eso sí, ten en cuenta que no debes utilizar más de un 5% en tu producto, porque de otra manera te quedará un agua micelar demasiado pegajosa y algo incómoda de aplicar.
  • Agua destilada. Aunque en teoría valdría de cualquier tipo, lo mejor es utilizar una que nos asegure que no incorpora microbios. Por este motivo, me gusta emplear agua destilada. De todas formas, otra alternativa es que hiervas agua extraída del grifo directamente antes de utilizarla.
  • Aceite de argán. Este ingrediente natural también tiene muchos beneficios interesantes, es capaz de nutrir a fondo y de devolverle el brillo al rostro, por lo que es ideal para pieles cansadas. Sin embargo, quizá no sea la mejor alternativa para quienes tengan exceso de sebo, que podrían apostar en su lugar por aceite del árbol del té, que es ideal para luchar contra el acné.

Aunque tampoco me parecen malas opciones estos otros:

  • Agua de rosas. Huele bien, es muy asequible, es bastante fácil de encontrar y posee interesantes propiedades antiinflamatorias, a la vez que ayuda a hacer frente al acné y el enrojecimiento.
  • Coco Glucoside. Otro tensioactivo no iónico, que resulta una buena alternativa al mencionado anteriormente, pues también es eficaz y seguro.
  • Extracto de pepino. Esta hortaliza es muy usada en cosmética gracias al frescor que aporta. Sus propiedades astringentes reducen la hinchazón, a la vez que hidrata a fondo y actúan son suavidad.
  • Aceites esenciales o aguas florales. En ambos casos, sirve para aportarle una fragancia que te guste más que nada. En el primer caso, solo podrás utilizar unas gotitas, porque de otras manera el contenido flotará, sin llegar a mezclarse con el resto del agua micelar, así que la segunda opción es una gran alternativa.

La (sencilla) receta paso por paso

Te voy a dejar por escrito el método y las cantidades que utilizo yo, pero que sepas que puedes sustituir aquellos compuestos que menos te interesen por algunas de las alternativas ya vistas.

Y que también puedes duplicar las cantidades si quieres hacer más. Por tanto, ¡no tengas miedo a ponerte creativa siempre que sea con cabeza!

En cuanto al método que yo sigo, es el siguiente:

  1. Lo primero es preparar todos los elementos que vayas a utilizar, desde los ingredientes hasta los materiales para remover o pesar, para no olvidarte de nada. En mi caso, más allá de los compuestos, utilizo un cuenco, una cuchara, un peso y un embudo.
  2. Después, debes mezclar 61g de agua destilada con 15g de jugo de aloe vera, 3g de glicerina y 10g de aceite de argán en el cuenco que te he mencionado.
  3. Mientras remueves todo bien con una cuchara, ve añadiendo poco a poco los 3g de Decyl Glucoside. Y mezcla bien hasta que consigas un líquido homogéneo, en el que no se aprecien los distintos compuestos. No batas demasiado fuerte, ya que podrías crear espuma.
  4. Por último, añade las gotas del aceite esencial o del agua floral que vayas a utilizar (en caso de que vayas a emplear alguna) y el conservante de tu elección, si es que vas a emplear alguno, que no es mi caso.
  5. Después de esto, ya solo tienes que guardarlo en algún frasquito. Mi recomendación es que utilices uno con dispensador, para que te resulte más fácil extraer el contenido. El material sea de vidrio me parece lo mejor.

Ten en cuenta que es preferible que conserves el resultado en un lugar fresco y seco, como un armario, para evitar cualquier problema.

En cuanto al método de empleo, es el que hemos visto más arriba, pues el agua micelar se aplica igual ya sea comprada o casera, así que dale un uso constante y disfruta de tu creación, que te lo mereces.

Una alternativa estupenda: el agua micelar de Nezeni Cosmetics

¿Que no te atreves a probar tú misma a crear un agua micelar? ¿Que más bien te da pereza? ¿O acaso prefieres ir a lo seguro?

De una manera u otra, no te preocupes, porque ya para terminar voy a hablarte de la que es mi agua micelar por varios motivos: la alternativa de la marca española Nezeni Cosmetics.

Desde que comencé a usarla en mi día a día, se ha convertido en uno de mis productos de cabecera, y uno que suelo combinar con mis propias creaciones, ya que su formulación de origen completamente natural.

En tu caso seguro que también funciona, pues no contiene ingredientes nocivos como alcoholes o parabenos, y su porcentaje de conservantes en tan bajo que de esta manera evitamos el peligroso efecto combinado.

Por tanto, es un cosmético ideal para todo tipo de pieles, incluidas aquellas con tendencia a dañarse.

Sus compuestos son muy interesantes, pues el ácido salicílico ayuda a exfoliar, y el gel de aloe vera nutre, cuida y sana hasta aquellas pieles que más han sufrido, por lo que usar este cosmético es una manera estupenda de aportar hidratación y de hacer que la dermis recupere un estado óptimo.

Por todo esto, consigue unos grandes resultados, ya que desde el primer uso se aprecia la piel más sedosa, suave y calmada, mientras que con el paso del tiempo verás cómo no te salen nuevas arrugas, el acné desaparece y encuentras tu rostro más luminoso, terso y radiante.

Encima, su packaging es realmente práctico (gracias a su útil dispensador, que evita el desperdicio) y altamente higiénico.

Por tanto, si buscas tonificar, limpiar y rejuvenecer, no te lo pienses más y dale una oportunidad.

En resumen: ¡apuesta por el agua micelar!

Ya con este subtítulo creo que resumo todo lo que tenía que decirte en el artículo, y es que desde que el agua micelar entró en mi vida, ha llegado para quedarse.

Así que te animo a que comiences a utilizar este producto imprescindible de cosmética, porque seguro que también se convierte en tu mayor aliado a la hora de conseguir una tez sana, bonita y perfectamente limpia.

Si tienes ganas de probar algo diferente y/o eres una manitas, dale una oportunidad a la receta que aquí hemos visto, que es sencilla y muy resultado.

Pero, en caso de que te dé pereza o prefieras hacer una apuesta segura, no me cabe duda de que el agua micelar de Nezeni Cosmetics te ofrecerá todo lo que estás buscando, ¡e incluso más!

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